jueves, 4 de enero de 2024

LE HAVRE EN LA GUÍA VERDE MICHELIN

 









Construida según planos de Perret, la plaza del Ayuntamiento del Havre es una de las más grandes de Europa. Rodeada de edificios de tres plantas con terrazas y bloques de diez pisos, esta plaza ofrece grandes espacios para pasear entre espléndidos macizos de flores y originales fuentes. A los pies del recio Ayuntamiento de hormigón, presidido por una torre monumental, el foro suele estar siempre muy concurrido.

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Recorra esta larga avenida tratada como un paseo. Resulta bastante atractiva, con su agradable césped plantado con árboles y la homogeneidad de los edificios de líneas horizontales. En el eje que se dirige al mar, entre dos imponentes bloques, se abre la Puerta Oceánica.









Sumérjase en los años 1950 visitando el piso piloto que Augusto Perret presento en la Exposición Internacional de 1947. El arquitecto -conocido como el "mago del hormigón"- encargado de reconstruir El Havre tras los bombardeos de 1944, ideó un espacio racional y flexible. Los muebles, funcionales y de líneas muy sencillas, que los decoradores concibieron, así como los numerosos objetos de la vida cotidiana, dan mucha vida al lugar y traducen las evoluciones sociales de la posguerra.









Creada en 1961, la casa de la cultura del Havre se mudó en 1982 al sorprendente espacio proyectado por el arquitecto Oscar Niemeyer, padre de Brasilia. Hoy emblemático, este espacio cultural se compone de dos volúmenes curvos blancos de hormigón, accesibles mediante un juego de rampas. El mayor alberga el Teatro Nacional del Havre (El Volcán). En el Pequeño Volcán se ha instalado una amplia y confortable biblioteca.







Verdadero punto de referencia en la ciudad y obra maestra de Auguste Perret construida en 1951, la iglesia de San José del Havre, que perfectamente podría pasar por una catedral, es fruto de la colaboración entre el arquitecto y Marguerite Huré. Esta artista de la vidriera concibió una repartición de la luz natural a través de 12.700 cristales de colores que animan la fachada y el campanario, de 107 m de altura. El interior, tratado con una impresionante economía de medios, es grandioso.









El Museum de Historia Natural del Havre está instalado en el antiguo palacio de justicia (s. XVIII). Además de las secciones de ornitología y mineralogía, alberga una interesante colección de obras del pintor naturalista Charles-Alexandre Lesueur (1778-1846).







.Edificada a finales del s. XVIII, la casa del Armador escapó milagrosamente a los bombardeos de 1944 y constituye un excepcional testigo de la arquitectura burguesa de la época. Sus cinco niveles circulares enteramente decorados con madera tallada se distribuyen alrededor de un sorprendente pozo de luz central con forma octogonal. Las habitaciones, perfectamente reconstituidas, ilustran los valores estéticos de los notables de la época: caballerizas, dormitorios, despacho, gabinetes de curiosidades y sala de observación.











Se edificó entre 1575 y 1630. La portada norte se conoce como del Ave María debido a la inscripción que figura encima del rosetón flamígero. En el interior, el gran órgano (1637) fue un obsequio de Richelieu; de ahí que en la parte superior figuren las armas del cardenal.








Ubicado en la entrada del puerto, al que parece querer mirar a través de una monumental escultura de hormigón de Henri-Georges Adam (La Señal), el Museo de Arte Moderno que André Malraux inaugurara en 1961 ha sido reorganizado para albergar y dar realce a su magnífica colección de pintura impresionista. Los dos grandes protagonistas del museo son Eugène Boudin y Raoul Dufy, ambos normandos.










Alberga un radar, radio y telégrafo. Desde el extremo del espigón, vista de la entrada del puerto y de los barcos.








El largo dique Norte protege el puerto deportivo del Havre, brindándonos desde la punta una bonita vista del antepuerto. La playa, muy apreciada por los aficionados a los deportes de tabla (3er spot de Francia) se extiende desde el dique Norte hasta el cabo de la Hève. Dependiendo de la marea puede ser de guijarros o de arena. Poco impactado por los bombardeos de 1944, el bulevar que la bordea conserva algunas villas de la Belle Époque y de los años 1930.








El inmenso puerto del Havre se extiende unos 30 km alrededor de un canal marítimo con capacidad para dejar pasar los mayores buques de carga y portacontenedores. Entre las principales obras de ingeniería destacan la esclusa Francisco I, una de las mayores del mundo de este tipo, comunica las dársenas de marea con las dársenas y canales a nivel constante, entre ellos el gran canal del Havre.












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